01.06.2012 - Kadi Tshala tiene 21 años. Vive en Sabon Gari, un pequeño pueblo situado al límite del Sahara, en Níger. Kadi es mecánico de bicicletas y motos. Todos los días, después de la oración matinal, a las 5 y media, vuelve a su taller.
El trabajo no falta. De hecho, las carreteras no están asfaltadas y están llenas de baches y piedras: los neumáticos se pinchan fácilmente, los frenos se gastan rápidamente y los portaequipajes ceden ante el peso y el desgaste.
Demasiado mayor para el colegio
En el 2000, Kadi no sabía ni leer ni escribir. Con nueve años, era demasiado mayor para ser admitido en la escuela pública y su camino parecía claro: al igual que muchos otros niños de su edad, primero realizaría pequeños trabajos en la ciudad, como lustrar zapatos. Mas tarde, se iria al extranjero, por ejemplo a Nigeria, a aceptar cualquier tipo de trabajo. Estos jóvenes emigrantes son a menudo explotados y no ganan lo suficiente para ayudar verdaderamente a su familia que se ha quedado en su país.
Satisfacer las necesidades
Kadi ha tenido la suerte que la escuela apoyada por Enfants du Monde en Sabon Gari lo ha acogido. En total cinco escuelas de esta región proponen a los niños no escolarizados una educación primaria y una formación profesional.
Hoy, Kadi tiene su propio taller y le da trabajo a dos aprendices. Kadi dice: “Estoy orgulloso de haberme quedado en el pueblo e ir a la escuela. Esto me ha permitido tener un oficio. Ahora puedo satisfacer las necesidades de mi familia y contribuir al desarrollo de mi pueblo.”
Los fondos recaudados en el stand de comida y bebidas de Enfants du Monde en la Fiesta de la Música de Ginebra (del 22 al 24 de junio) serán donados a estas cincos escuelas. ¡No dude en saludarnos y ayudarnos probando nuestros platos y bebidas!